martes, 16 de noviembre de 2010

LA VERGÜENZA DE FRANKENSTEIN.



LA VERGÜENZA DE FRANKENSTEIN.
(Noviembre 16, 2010)

¿Será cierto acaso lo que mis ojos observan,
si no son mías sus pupilas?…
¿Por qué me siento culpable entónces
cuando mis manos exterminan,
si soy buen conocedor
de que me han hecho genocida?.

Me transfiere la ignominia de mi creador
al corazón ajeno que llevo por insignia
y duele… como duele que no duela
por que no acepta los latidos
y aún así, tampoco se desanima.

No hay etnia en la que cale o me acoja
en su recinto, ni siquiera una divisa
en la que deje mi aliento sin mostrar
que el deshonor que llevo tampoco cicatriza
y me rehuye hasta el infierno…
y el cielo se atemoriza por ser esa aberración
a la que el material ingenio
por orgullo le dió vida… una vida miserable
que se valió de otras tantas, para no dejar semilla.

Cuando pienso que mi tacto
no es mas que una gran mentira
sufren los cables cruzados de arterias de hipocresía
que como si fuese programado por mi amo y su malicia
es mi sangre una mixtura que hoy nadie valoraría.

Por eso es que el cementerio por casa no serviría
pues a sus tumbas y aposentos jamás me acostumbraría
por haber sido el selecto
que a la muerte siempre tan fría
le destruyó su amuleto con el que todo podía,
pero construí mi infierno en ese maldito día
en que Victor el siniestro le dió origen a mi vida.

Juguimorpe.









No hay comentarios:

Publicar un comentario