domingo, 25 de septiembre de 2011

ME QUEDA LA MADRUGADA...


ME QUEDA LA MADRUGADA…
(Juguimorpe, Septiembre 25 de 2011)

Me queda la madrugada sin los escollos del día, para soñar con caminos de distancias aprendidas, llevando en ellas tu nombre como punto de partida y enunciando tus palabras como claras letanías de un hombre que aprende fácil a compartirte su prisa, su razón y sus desmanes y la apacible agonía que es perderse entre tus brazos hasta que acabe su vida.

Venenosos son los dardos de la envidia y la mentira, pero son neutralizados por esta fe desmedida y acogido por estrellas que entre la niebla me guían, me queda la madrugada  como prueba y como insignia de que es válido el insomnio mientras busque tu alegría y pago el bello soborno de una galaxia encendida que se vende como lecho en tus ojos que me abrigan en un cálido reposo para acabar mi fatiga.

Después de un día de lluvia cuando la labor termina con la noche y sus jaquecas tan urgidas de aspirinas, me queda la madrugada como una gran avenida en una ciudad desnuda de luces y de sonrisas, porque éstas solo se encienden cuando estás en correría con tus pies pisando fuerte a darme la bienvenida y en el abrazo cerrado donde sacias mi sequía, se sella de amor el pacto que en nosotros se sentía.

Al final en tu regazo mis vivencias compungidas se alistan para el ocaso de su osada compañía, porque no entienden el lazo que me une a tu valía y que me insta a adorarte y saberte complacida y a pesar de los instantes en que no es amable el día, me queda la madrugada lejos de toda alma fría para volver a soñarte y sentir que en mí respiras…


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